martes, 29 de septiembre de 2015

Sueños nocturno coma I

No lo sé.
Espero no lo tomes cómo algo malo y lamento si es malo o inadecuado, pero no puedo dejar de pensar en ti.
No sé si has llegado a gustarme, es dudoso pero ¿qué más sería si escucho una y otra vez la misma canción mientras doy vuelta a viejas fotos?
Era tu mirada infantil lo que me hacía sonreír. Era tu voz y el sonido de tu risa la que me hacía molestar y dudar de si era bueno lo que sentía o era malo.
Oh, viejo ¿qué me ha pasado? ¿Qué me sucede? ¿Lo que siento está bien? ¿Estará mal?
¿Por qué se siente tan bien pero se siente tan incorrecto?
Cada nota que es tecleada sólo aumenta esta ilusión de querer tomarte de la mano, besártela y caminar contigo hacía una playa distante mientras continuamos armoniosamente escuchando el dulce sonido de cada nota siendo reproducida.
Lamento si soy molesto, lamento si siento, así incluso lamentaré si es momentáneo. Lamento haberme fijado en tu cabello delgado cómo las más finas cosechas de maíz puro en el campo de un granjero viejo. Ese granjero podría ser yo. La esposa podrías ser tú. Claro que todo sería cómo hilos de color zanahoria. Un maíz de zanahoria.
Discúlpame por fijarme en tu nariz y su defecto colateral, su hermoso defecto colateral que sólo tú y yo conocemos.
¿Qué sería yo sin tu hermosa piel blanca y tierna cómo la de un conejo recién nacido…? tan cálida, tan frágil, tan bella… tan tú.
¿Será un sueño de amor o sólo una fantasía de piano nocturna?
Odio hacerme tantas preguntas, cariño. No sirve de nada estar solo en una noche de verano escuchando al señor Liszt.
Sólo déjame ir contigo, por lo menos esta vez. Una vez, sólo pasado mañana. Mañana. Hoy. En dos horas tal vez.
No me duele tu rechazo porque sé que lo que siento no está bien, pero me alegra que lo sepas. Quiero saber si esto es real. Muéstrame tu corazón y yo prometo entregarte el mío.
Has que tu guitarra me haga olvidar el piano, por favor.


Exacto, rómpela entre mi cráneo y mi nuca

No hay comentarios.:

Publicar un comentario